sábado, 27 de septiembre de 2008

60º aniversario de la inmigración italiana en Ushuaia





Propuesta al Concejo Deliberante para crear la Plaza Italia más autral del mundo (setiembre/2008)





”Desde el instante de nuestra Revolución en 1810, esta tierra les pertenece a los que nacieron en ella, y haciendo su felicidad, será el asilo de los afligidos del mundo”. Así afirmaba el teólogo y patriota Julian Navarro en el siglo XIX vislumbrando la importancia que tendría para el desarrollo de nuestro país la inmigración europea iniciada entonces.
No hay dudas de la concreción de un proyecto de país basado en el poblamiento como base de su desarrollo. Los resultados obtenidos de la abundante documentación en la materia así lo corroboran.
En el artículo “Tierra del Esperanza” (Diario íntimo de un país, La Nación), Hugo Ratier presenta un elocuente relato estadístico: “Buenos Aires, puerta de entrada de los inmigrantes, duplicó su población entre 1869 y 1914, en un proceso que demandó la llegada de cuatro millones de personas, especialmente entre 1881 y 1930...En 1895, de cada 100 habitantes, 72 eran extranjeros de distintas procedencias, donde un 43% eran italianos y un 33% españoles. Luego, la crisis de 1929 frenó ese empuje, solo reanudado pasada la Segunda Guerra Mundial, entre 1945 y 1950, pero en este caso grupos de los cuales altos porcentajes regresaron a sus lugares de procedencia”. A pesar de esta aseveración podemos coincidir que las colectividades extranjeras en nuestro país conforman un sólido componente de su estructura social.
La inmigración italiana en la Argentina podría definirse como un hecho de singular trascendencia. Con solo pensar que en el lapso de un siglo, entre 1876 y 1976 se movilizaron más de 25 millones de personas, cifra que resulta de una magnitud inusitada si hablamos de movimiento migracional.
Si bien la puerta de entrada de la mayoría de los inmigrantes fue el puerto de Buenos Aires, el caso de Tierra del Fuego tiene la particularidad de haber sido protagonista de un programa específico de inmigración italiana a mediados del siglo XX. Desde los albores de la presencia nacional en este confín austral, hubo italianos que acompañaron a nuestros pioneros. Desde tiempos de Magallanes en 1520 cuando descubre las islas, el italiano Antonio Pigafetta lo acompañaba como cronista oficial, en 1882 y 84 Giacomo Bove exploró la zona para la instalación de faros, Juan Musso y su esposa Leonardi, y Pedro Masciocchi y su esposa Piatti, suegros de Luis P. Fique, italianos pioneros del origen de Ushuaia. El sacerdote Alberto de Agostini junto con otros salesianos de la misión en Río Grande Fagnano, Boido, Borgatello y Griffa, Juan Soro y Francisco Palazzo, primer farmacéutico local (1918), entre otros.
Resultaba evidente que desde los primeros asentamientos a partir de aquel 12 de octubre de 1884, fecha de creación del Destacamento de la Prefectura Marítima en Ushuaia -luego declarada oficialmente fecha de fundación de la ciudad capital- el antiguo Territorio Nacional requería de un poblamiento civil habida cuenta de la existencia de dependencias navales, el Presidio y un grupo de viviendas que incluían en algunos casos comercios de ramos generales, conformaban conjuntamente con los incipientes edificios públicos, la población que se extendía en torno al muelle de madera a orillas del Canal Beagle.
El crecimiento lento de la ciudad hasta mediados de siglo XX motivó la implementación de un programa nacional de inmigración, en nuestro caso italiana. El Ministerio de Marina suscribió un contrato con la empresa Carlos Borsari (Bologna) para la construcción de diversas obras públicas por el término de dos años. De esta manera llegan dos contingentes cerca de 2000 constructores italianos y sus familias incluyendo materiales y maquinarias, en los buques Genova (28 de octubre de 1948) y Giovanna C (6 de setiembre de 1949). El Decreto Nº 11.569 del 23 de abril de 1948 posibilitó la misma, luego el Decreto Nº 15.085 del 22 de mayo de ese año aprobó el respectivo contrato.
Diversas obras fueron concretadas en el reducido plazo contractual, entre ellas barrios de viviendas (Alte Solier y Alte Brown), frigorífico, matadero municipal, usina hidroeléctrica Rio Olivia, planta fabricación madera terciada.
Familias enteras italianas superando la diversidad cultural y el idioma, establecidas en sitio lejano y desconocido, entablaron lazos de integración con el lugar y sus habitantes. Muchas de ellas permanecieron en la ciudad, dedicadas especialmente a actividades comerciales y productivas.
Consideramos la experiencia inédita y positiva con el establecimiento de lo que sería la colectividad italiana radicada en el confín de América, y por que no, del mundo.
Al conmemorarse 60 años de aquella inmigración, si la sumamos a la de otros italianos que llegaron a estas tierras en busca de un mejor destino y todos con su esfuerzo contribuyeron a lo que es la Ushuaia de hoy, nos motiva a soñar con un sitio simbólico de homenaje de la ciudad hacia la memoria de los italianos en general.
Por ello, la iniciativa de crear la Plaza Italia. La historia del aporte de los italianos en nuestro país y Ushuaia en particular avala la iniciativa que sin duda, conformará un justo homenaje. Más aún se justifica en la ciudad que protagonizó, como dijimos, la inmigración más grande y que contribuyó a desarrollarla urbanísticamente.
No es casual, en consecuencia, que el espacio verde propuesto sea ubicado en un espacio verde perteneciente al predio que ocupara la Estancia Rio Pipo, perteneciente a don Luciano Preto y flia, un italiano destacado que mucho ha hecho por arraigarse familiar y comercialmente en la ciudad, que luego del loteo realizado en los 90 dio origen a hermosos barrios residenciales de nuestra ciudad.
La elección de dicho sitio pretende afirmar la italianidad en tierras de un inmigrante del contingente llegado en 1948, cuyo proyecto pueda contemplar un parque recreativo-simbólico con alusión a la colectividad italiana, a los inmigrantes de 1948/49 a cargo de la Empresa Carlos Borsari, sitio de homenajes con banderas argentina, italiana y provincial, un cantero cuyo diseño asemeje el mapa de Italia, una especie arbórea originaria de dicho país y juegos para los niños de la zona, que en estos momentos lo hacen en las calles del barrio con lo lógicos peligros que ello implica.
Dado que la temporada estival que culmina afectaría el normal desarrollo de trabajos en la futura plaza, una vez aprobada la misma por el Concejo Deliberante, se sugiere el cercado de la misma y colocación de la piedra fundamental el día 28 de octubre próximo, fecha en que se celebra el 60º aniversario de la llegada de los inmigrantes italianos. La familia Borsari en pleno comprometió su presencia para la conmemoración, además de las actividades previstas en la ciudad de Bologna (Italia).