En el siglo XIX fue Europa especialmente, la que aportó ese flujo migratorio, tal como podríamos afirmar la preponderancia que en las últimas décadas fueron los contingentes provenientes desde países limítrofes. Nuestro país, con una prioritaria política agroexportadora requería mano de obra que atendiera satisfactoriamente la necesidad acuciante de soporte humano a su economía. El Viejo Continente, debido a sus procesos de cambios y superpoblación, ofrecía una valiosa posibilidad de satisfacer tal demanda.
Si bien, la emigración europea buscaba diversos destinos en el Nuevo Mundo, fue especialmente la Argentina el país que mejor situación relativa posibilitaba, ya que contaba con una cultura latina, afinidades religiosas y hasta de idioma.
Tierra del Fuego no resultó ajena al fenómeno social descripto, por su situación geográfica y la necesidad de poblamiento abrió también sus brazos a la inmigración, que comenzó a producirse a comienzos del siglo XX. Así fueron llegando españoles, especialmente un contingente de 500 ibéricos en 1913, italianos, croatas, eslovenos, de Medio Oriente y hasta de Grecia. Desde Chile se produjo la mayor inmigración en cantidad y en forma continuada, aunque del resto de países limítrofes resultó más reciente. Por ello, con vistas a la conmemoración del Bicentenario de la Patria en 2010 se hace necesario repensar los albores de la Argentina y de quienes con una cultura del trabajo irrepetible, ayudaron a construir la Nación. Los fueguinos debemos también recuperar memoria para revalorizar nuestra joven pero rica historia. Y los inmigrantes de nuestra región ocupan un protagonismo a la par de esforzados compatriotas civiles y militares con sus familias, que tanto hicieron para apuntalar el desarrollo de Tierra del Fuego.
El Museo Marítimo de Ushuaia, en concordancia con las actividades que viene desarrollando bajo el lema “Consolidando el Patrimonio Cultural Camino al Bicentenario”, realizó en 29 de setiembre ppdo un nuevo encuentro que reunió a antiguos pobladores, descendientes de inmigrantes y público en general. La presentación estuvo a cargo del arq. Leonardo Lupiano, luego a través de la mesa de entrevistas conducida por Manuel Valdivia, aportaron valiosos testimonios de la Ushuaia antigua don Ivo Arko (eslovenos) incluyendo su paso previo en dos temporadas antárticas en la construcción de la Base Esperanza, don Julio Canga (españoles) relatando el desarrollo de la pequeña aldea de esos años hasta la llegada de los italianos, aportando relatos Valter Tavarone, mientras que por los griegos hizo su aporte Demetrio Luizon, completando ricos datos de los croatas por parte de Tomo Bronzovich. Al finalizar se degustaron comidas y bebidas tìpicas aportadas por las familias Bronzovich, Arko, Ivandic y la Municipalidad de Ushuaia. Organizó el evento el Museo Maritimo de Ushuaia y auspiciaron Admira, CICOP, Comité Argentino ICOMOS y Municipalidad de Ushuaia.
