Esta iniciativa, presentada por la firma Desler, pretende construir un centro de interpretación antártico que incluye microcines, salón de exposición, biblioteca y otras instalaciones para representar la vida, cultura y costumbres en el continente blanco.
Como un nuevo atractivo turístico y educativo no se pone en duda, pero sí se criticó desde varias ONGs y el Colegio de Arquitectos de la Provincia, el emplazamiento que con llamativo empecinamiento ciertos funcionarios municipales actuando como verdaderos lobbistas, insisten con ubicar semenjante edificio de varios pisos y considerable superficie precisamente en inmediaciones de la Bahía Encerrada. Justamente este sector fue declarado "reserva natural" y no sólo eso, sino que el propio municipio ha venido apoyando diversas iniciativas tendientes a conservar dicho patrimonio cultural y ambiental costero característico de Ushuaia.
El impacto desfavorable que produciría no sería sólo visual sino funcional ya que sobre la rotonda del CADIC donde circulan los transportes turisticos provenientes del Parque Nacional, zona de hoteles y aeropuerto sumados al intenso transito de los sectores residenciales del sector oeste sumarían un nudo circulatorio comfictivo y peligroso ante los vehiculos que salieran del estacionamiento de dicho edificio.
El impacto visual pasaría a ser el "broche de oro" ante tanta desidia en avalar edificios que por su volúmen y estética nada tienen que ver con el perfil costero característico de la ciudad, que por otra parte protege la Carta Orgánica aunque ésto efectivamente no se cumple.
Una Ushuaia en camino a la destrucción de su patrimonio más valioso: su paisaje.
Veremos como sigue en el Concejo Deliberante este tema tan confictivo.
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