sábado, 6 de diciembre de 2008

Encuentros PATRIMONIO INTANGIBLE DEL FIN DEL MUNDO

Durante 2008 la antigua panadería del presidio de Ushuaia, luego de su puesta en valor hace varios años por las autoridades del Museo Marítimo de Ushuaia, institución funciona allí desde su creación en 1995, fue sede de tres importantes encuentros.



Desde el año 2002, declarado por Unesco "Año del patrimonio intangible o inmaterial" con el fin de llamar la atención sobre la necesidad de conservar no solo aquellos bienes y monumentos significativos sino las manifestaciones culturales que por su fragilidad e intangibilidad se transmiten de generación en generación con los riesgos de pérdidas a través del tiempo, como pasó con lenguas, costumbres, creencias, etc.





Ese año, el Museo Marítimo de Ushuaia, inició este ciclo de eventos en los cuales a través de testimonios de antiguos pobladores y personas que han participado en la vida institucional y social de la región austral, contribuyeron a recuperar memoria histórica aportando significativos datos, vivencias y testimonios para comprender la vida de las generaciones pasadas en este confin de América. Los encuentros se realizan con una frecuencia de 2 o 3 por año y concluyen con degustación de comidas típicas, con la asistencia de público bien diversa.


En el año 2008 se desarrollaron encuentros con los siguientes temas: historia de la policía fueguina (14º encuentro), 60º aniversario de la inmigración italiana en Ushuaia (15º encuentro) y aviadores pioneros del fin del mundo (16º encuentro). La organización se encuentra a cargo del Museo Maritimo, coordinación general arq. Leonardo Lupiano, moderador de entrevistas Marcelo Murphy y cuenta con auspicios del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP), Comité Argentino ICOMOS y Asociación Directores de Museos de la Rep. Arg (ADIMRA).

sábado, 15 de noviembre de 2008

Aeronave DC3-ST22 "Cabo de Hornos", nuevo monumento nacional en Tierra del Fuego


Por Decreto Nº 1.593 suscripto el 9 de octubre de 2008, fue declarado bien de interés histórico nacional.

Cuando en setiembre de 2002, un grupo de soñadores e instituciones locales conformaron la denominada Comisión de Restauración de la aeronave DC-3 ST 22 “Cabo de Hornos” impulsados por el entusiasmo de los miembros del Aeroclub Ushuaia, tal vez no pensaron el sentido de afirmación de historia de la aviación regional que estaban llevando a cabo. O si así lo entendieron, no desfallecieron al comprobar que la empresa iba a demandar un notable esfuerzo personal, institucional y económico. Pero, pusieron manos a la obra.
Así comenzaba una tarea inédita en la zona a partir de lo que muchos de nosotros pudimos ver en proximidades del aeropuerto viejo, los de un viejo avión color gris que poco a poco iba desapareciendo físicamente si bien el último aterrizaje un 28 de julio de 1979 lo había dejado en estas tierras definitivamente.
Los trabajos de reconstrucción no se hicieron esperar desde el primer momento de inicio de la obra, por parte de la mencionada comisión. Fueron llegando incluso piezas de aeronaves similares desde otros sitios del país con la idea de incorporar al avión de sus partes originales dotándolo de una singular autenticidad. Incluso se difundió un sitio web con información completa de los objetivos del programa de restauración, datos históricos y otros de interés (www.tierradelfuego.org.ar/dc3).
De la misma podemos citar que el “DOUGLAS DC-3 SKYTRAIN es un avión que revolucionó el transporte de pasajeros en los años 1930 y 1940. Fue desarrollado por un grupo de ingenieros encabezados por Arthur E. Raymond y voló por primera vez en 1935, comenzando una nueva etapa dentro de la aviación civil, ofreciendo niveles de comodidad nunca antes experimentados por los viajeros. Esto significa que gracias a su velocidad, mantenimiento, rango de alcance, y desempeño, el DC-3 fue el primer avión civil comercial exitoso para sus dueños sin tener que sacrificar la comodidad de sus pasajeros. Durante la Segunda Guerra Mundial muchos de estos aviones fueron reconvertidos para su uso militar y se construyeron miles de unidades . Después de la guerra, miles de estos aviones fueron reconvertidos para uso civil y convirtieron al DC-3 en el equipamiento estándar durante muchos años de todas las compañías de aviación del mundo. Llegaron a nuestro país después de 1945 para ZONDA, Aeroposta y ALFA, los que en 1949 fueros heredados por Aerolíneas Argentinas. Estuvieron en servicio comercial hasta 1968, en que fueron transferidos a la Fuerza Aérea. En Ushuaia descansa el último DC-3 de la Aviación Naval. Es el 5 TANGO 22 (ó 5-T-22)
“Cabo de Hornos”. Ubicado hasta ahora en la entrada al antiguo aeropuerto local en inmediaciones del Aeroclub, significó y significa, vivenciar constantemente con su presencia heroicas gestas, como su llegada al Polo Sur acompañado de las más gloriosas gestas de la aviación naval argentina, siendo la primera de las Fuerzas Armadas argentinas en llegar al punto más austral del mundo. Voló además por estos cielos, en una época en donde la comunicación con el continente e incluso dentro del territorio eran difíciles y la mayoría de las veces desafiantes. Unió todos los puntos imaginables del país y aún fuera de él, pero sobre todo la famosa "2º Escuadrilla de Transportes Aeronavales", comunicando Ushuaia con Buenos Aires. Por ello, su historia está unida entrañablemente a la historia de toda la esta región, que nunca resultó indiferente. Cuando por última vez aterrizó en Ushuaia, el 28 de julio de 1979, sentimos orgullo que aquí quedara tan preciada aeronave.” Será además el punto de partida del futuro museo aeronáutico regional.
Nos debe llenar de orgullo a los fueguinos que a poco de cumplirse el 80º aniversario de la llegada del primer avión a la ciudad, se haya coronado una tarea que demandó cinco años desde que en 2003 formulamos la postulación a la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, habiéndose obtenido finalmente un digno reconocimiento nacional no sólo a la aeronave sino a quienes fueron parte de esta flota que tanto hizo por unir la entonces alejada isla al continente, además de sus hazañas antárticas.
La Comisión de Restauración se integró en 2002 por las instituciones Aeroclub Ushuaia, Afasyn, Area Naval Austral, Cámara de Turismo Ushuaia, Secretaría de Turismo Municipal, Museo del Fin del Mundo y los señores: Rafael J. Fank, Fernando Aldao, Carlos Beban, Isabel Brisighelli, Jorge y Vladimir Bronzovich, Julio Canga, Carlos Perez, Thomas Goodall, Martin Lawrence, Alicia Padin, Norberto Pavlov, Ruggero Preto, Leonardo Lupiano, Francisco Restovich, Jorge Vrsalovich, las familias Fadul, Fique, Muriel y Salomón.

sábado, 18 de octubre de 2008

1º Jornadas Nacionales de Patrimonio Arquitectónico



Como corolario del proyecto de investigación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas -CONICET- “Patrimonio Arquitectónico, Urbano y Rural de la Patagonia. Diagnóstico y estado de situación” (PIP- 5285) dirigido por la Dra. Arq. Liliana Lolich y la Mag Arq. Patricia Méndez , se realizaron en la ciudad de Bariloche entre los dias 15 y 17 de octubre de 2008 las “Iº Jornadas Nacionales de Patrimonio Arquitectónico” en instalaciones del Instituto Balseiro, dependiente de la CNEA y Universidad de Cuyo.
En dicho evento, los integrantes del equipo que reunió a investigadores de la Región Patagónica, expusieron sus trabajos, habiéndose congregado autoridades en la materia del orden nacional y provincial, profesionales y estudiantes. La mesa de conferencistas estuvo integrada por los prestigiosos especialistas arqts. Ramón Gutierrez, Carlos Moreno, Jorge Bozzano, Alfredo Conti y Patricio de las Heras.
Este inventario constituye un valioso aporte para el conocimiento del patrimonio arquitectónico regional, posibilitando sin duda la adopción de políticas que promuevan su preservación y conservación. Por la ciudad de Ushuaia, me ha tocado representar a la misma en esta tarea que demandó tres años de labor.
(más información en http://jonpap.crub.uncoma.edu.ar/ )
Incorporamos las Conclusiones:
I JORNADAS NACIONALES DE PATRIMONIO
ARQUITECTÓNICO DE LA PATAGONIA
San Carlos de Bariloche, 15 al 17 de octubre de 2008

Como resultado del proyecto de investigación CONICET “Patrimonio arquitectónico, urbano y rural de la Patagonia. Diagnóstico y estado de situación” - PIP 5285- se realizó este primer encuentro científico para difusión y reflexión disciplinar cuya reiteración periódica y sistemática contribuirá a instalar la problemática dentro del territorio de manera coordinada. Territorio en el cual la dispersión poblacional, las serias dificultades de comunicación y transporte y la escasez de centros académicos especializados inciden negativamente en la implementación de acuerdos para la conservación patrimonial.
En esta oportunidad, la reunión fue una ocasión propicia para actualizar el estado del conocimiento tanto a nivel nacional como internacional y para confrontar ante los más prestigiosos especialistas nacionales los resultados del mencionado proyecto, realizando una revisión y crítica del mismo.
A partir de dos conferencias magistrales que dieron el marco teórico de la especialidad, los consultores e investigadores que desarrollaron el proyecto expusieron sus trabajos en una reunión abierta al público, con participación de representantes de los máximos organismos nacionales, provinciales y municipales. Especialistas nacionales del máximo nivel, en calidad de invitados especiales, integraron las mesas redondas de debate y crítica.
Entre los resultados del mencionado proyecto se encuentra la elaboración de una completa base de datos, única en el país, conteniendo, entre otros importantes datos, las normativas, declaratorias, organismos de aplicación y registro fotográfico del patrimonio arquitectónico reconocido hasta diciembre de 2005. El análisis de la información puso en evidencia el notable atraso en el que se encuentran algunas provincias y localidades en las cuales no existe una legislación adecuada ni registros preventivos que permitan una planificación a mediano y largo plazo y una acción inmediata ante la contingencia. Asimismo, las declaratorias existentes presentan un notable desequilibrio y ausencias notorias que ameritan los máximos reconocimientos. La posibilidad abierta en el transcurso de las Jornadas para arribar a acuerdos regionales y a un trabajo coordinado, sistemático e integrador plantea promisorias perspectivas para el futuro inmediato.


CONCLUSIONES
Presentamos aquí las conclusiones a las que se arribó durante las I Jornadas Nacionales de Patrimonio Arquitectónico de la Patagonia organizadas por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y el Centro Regional Universitario Bariloche de la Universidad Nacional del Comahue (CRUB, UNComa). Con financiación del Fondo Nacional para la Investigación de la Ciencia y la Tecnología (FONCYT), se llevaron a cabo en el Salón de Actos del Instituto Balseiro, Centro Atómico Bariloche, y contaron con la presencia de destacados especialistas e investigadores.
Además de los integrantes del proyecto de investigación, los invitados especiales participaron activamente y asistieron profesionales e investigadores de la región. El trabajo fue intenso y fructífero con el dictado de conferencias magistrales, exposiciones orales relacionadas con los resultados del proyecto de investigación, mesas redondas[1], debates e inauguración de la muestra itinerante de fotografías “Patrimonio arquitectónico de la Patagonia”. Las actividades centrales estuvieron complementadas con la exposición de fotografías de patrimonio histórico de Bariloche a cargo del Museo de la Patagonia y la muestra de paneles y conferencia a cargo de la Comisión Municipal de Patrimonio Arquitectónico de Bariloche y de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Comahue. Tanto los especialistas invitados como los participantes coincidieron en el acierto metodológico aplicado en al mencionado proyecto de investigación incluida la modalidad de presentarlo y ponerlo a consideración, crítica y discusión durante el transcurso de este encuentro.
Debido a la gran extensión territorial, la variada riqueza de ambientes naturales y las distintas formas de ocupación y poblamiento, hubo coincidencia en que el patrimonio patagónico es un fiel reflejo de esa diversidad y merece ser protegido. Sin embargo, frente al notable incremento del turismo y la consecuente aceleración de la renovación urbana y rural, se acordó la urgente necesidad de que la conservación del patrimonio arquitectónico se instale como política de Estado de manera cierta y eficiente. Si bien la mayoría de las constituciones provinciales y cartas magnas municipales lo contemplan, son pocos los gobiernos que cuentan con legislación reglamentada que establezca una autoridad de aplicación eficiente, con presupuesto propio, con poder de policía y sistema de sanciones y beneficios que incluya penalidades ciertas. Se coincidió, también, en que las comisiones ad honorem son necesarias instancias de participación ciudadana pero no se puede esperar de ellas que asuman en su totalidad la responsabilidad de sostener la conservación.
Otra de las conclusiones centrales planteó la urgente necesidad de retomar el camino de la planificación urbana y rural como medida superadora de la improvisación y del mal entendido pragmatismo político que caracterizó las últimas décadas. La planificación sigue siendo la herramienta más eficaz conocida hasta el momento, destinada a proteger no sólo el patrimonio arquitectónico sino también su entorno, cuyo tratamiento suele no estar contemplado en la mayoría de los casos. Junto con la planificación, es necesario impulsar la aplicación rigurosa de las normativas edilicias abandonando definitivamente el camino de la aprobación de obras mediante la vía de la excepción a lo normado. Se requiere considerar que el criterio de que una planificación defectuosa (siempre corregible, mejorable y actualizable) es mejor y socialmente más justa que la ausencia de un plan consensuado y normado.
En consonancia con lo anterior, se destacó el importante rol que deben cumplir las asociaciones profesionales y, muy especialmente, los colegios de arquitectos o consejos de ingenieros, arquitectos y agrimensores, según corresponda. Tal como aparece contemplado en algunas de las leyes de protección del patrimonio arquitectónico, estas asociaciones deben incluir, en su código de ética, la sanción a los colegas que con su accionar causen perjuicios al patrimonio arquitectónico y a su entorno. Asimismo, estas asociaciones deben promover políticas de estado en defensa del patrimonio arquitectónico y sumarse solidariamente respaldando su accionar.
Como aspectos positivos, se destacó la existencia de leyes que contemplan el registro preventivo de bienes de valor patrimonial y el inventario del patrimonio arquitectónico como herramientas indispensables para actuar frente al riesgo inminente y como punto de partida para la planificación a corto, mediano y largo plazo. De todos modos, más allá del acento puesto en la arquitectura como objeto puntual, es necesario ampliar la mirada involucrando su entorno y el patrimonio natural, conjuntamente con el resto del patrimonio cultural. Se hace necesario plantear la protección de distritos, conjuntos urbanos y rurales, centros y poblados históricos, sistemas y paisajes culturales, entre otros. Su complemento con una adecuada planificación permitirá incrementar la eficacia de la protección. Por ello se reitera la necesidad de una participación más activa de las áreas de planeamiento para la revisión de los planes urbanos y territoriales y de las normas de uso del suelo.
Más allá de los beneficios que el turismo aporta al patrimonio en cuanto sistema de educación informal y generación de recursos financieros para la preservación, se advirtió sobre los riesgos asociados a la especulación descontrolada. Cuando el turismo se convierte en el principal generador de recursos económicos adquiere el poder de incidir sobre las decisiones políticas en beneficio propio, afectando seriamente las identidades locales, como ocurre en destinos turísticos tales como Bariloche, Calafate y Ushuaia en los cuales las ciudades pasan a ser centros de servicios en función de un patrimonio (natural) que está por afuera de ellas. En la última, el impacto del turismo de cruceros causa graves problemas a la conservación del patrimonio debido a la acentuada dependencia que genera. En este sentido, se instó a respetar y hacer respetar la Carta Internacional sobre Turismo Cultural aprobada por ICOMOS[2] y a planificar la actividad turística y el uso público del patrimonio para que el turismo sustentable no sea sólo un discurso demagógico, vacío de resultados concretos.
Entre las fallas estructurales, la falta de una ley nacional que proteja el patrimonio arquitectónico crea serias dificultades para implementar medidas efectivas en el resto de los niveles jurídicos. Una ley marco nacional daría mayor eficacia a las acciones tendientes a dar cumplimiento al Art. 41 de la Constitución nacional referido al patrimonio cultural, en sus aspectos relacionados con la arquitectura y el urbanismo.
La estructura de trabajo de la Dirección Nacional de Arquitectura (DNA), cuyo Distrito Sur (sede Bahía Blanca) es el organismo encargado de ejecutar obras en los monumentos nacionales de la Patagonia, cambió de manera radical. Mientras antes contaba con su propio personal y equipo de trabajo que permitían ejercer control directo sobre lo ejecutado, en la actualidad las obras se hacen por contrato y no existen organismos que controlen los recursos que se invierten en la conservación, produciéndose un manejo discrecional del presupuesto. Como ocurre en otras áreas gubernamentales, no hay voluntad de hacer un seguimiento de la gestión y en la toma de decisiones predomina el interés político sobre el juicio de los técnicos con lo cual las partidas presupuestarias no siempre se aplican a las obras que más lo necesitan.

RECOMENDACIONES GENERALES
- Frente a la autocrítica sobre nuestra incapacidad para imponer el tema se requiere aportar mayor racionalidad a nuestro discurso. Para ello es fundamental el aporte de la investigación científica que permita llegar a resultados cuantificables como los brindados por el proyecto CONICET expuesto durante las Jornadas;
- Donde existen registros e inventarios que no se encuentran debidamente protegidos, se recomienda instrumentar una declaratoria preventiva de los bienes que contienen;
- Seleccionar aquellos edificios cuyas características brinden facilidades para una preservación eficaz que incluya un destino que garantice su uso, con el criterio de que el patrimonio debe ganarse el sustento. Para los casos cuya conservación sea imposible, agotar las posibilidades de expropiación o traslado a otro emplazamiento, incluida una exhaustiva documentación gráfica y fotográfica con registro de sus componentes físicos, culturales y naturales, comprendiendo, también, su entorno;
- Impulsar el cumplimiento de la obligación curricular docente relacionada con la formación en conservación del patrimonio arquitectónico como parte del patrimonio cultural de los pueblos. Rescatar el rol de las universidades promoviendo cursos destinados a docentes, profesionales y técnicos de toda la Patagonia;
- Como medida de fortalecimiento de la responsabilidad social frente al patrimonio, se propicia reforzar el rol estatal sumando el compromiso de instituciones y empresas que poseen sistemas patrimoniales notables dentro del territorio tales como Banco Nación, YPF, INTA, Administración de Parques Nacionales, Comisión Nacional de Energía Atómica, CONICET, Congregación Salesiana, Fuerzas Armadas, Correo Argentino, Aeropuertos Argentina 2000, ferrocarriles, Compañía de Tierras Sud Argentino S.A., complejos mineros, centrales hidroeléctricas, aserraderos, entre otros;
- Promover la adopción de medidas para limitar el turismo especulativo asociado al negocio inmobiliario como, por ejemplo, severas penalidades aplicadas con todo el rigor de la ley al daño a edificios de valor patrimonial;
- Fortalecer el accionar de los organismos de aplicación mediante la implementación de Actas Acuerdo con sectores representativos de la sociedad tales como universidades, asociaciones profesionales, ONG´s, instituciones culturales, entre otros;
- Propiciar que las políticas provinciales sean consensuadas con los municipios para adoptar criterios comunes en materia de legislación, definiciones conceptuales, organismos de aplicación, entre otros. Del mismo modo, que tanto los gobiernos provinciales como municipales cuenten con un centro documental que nuclee la información;
- Rescatar el rol de las comisiones asesoras articuladas con el poder político en su calidad de representantes de la comunidad, como multiplicadoras de la gestión oficial e impulsoras del compromiso y accionar comunitario en defensa y control de la protección del patrimonio arquitectónico;
- Respaldar el trabajo de las ONG´s como motor e impulso para la gestión. Promover su creación en los lugares donde no existen;
- Valorizar la ocupación agropecuaria como un rasgo característico del poblamiento patagónico;
- Plantear la preservación del patrimonio teniendo en cuenta el concepto de “los lugares de la memoria”[3] que suma la participación ciudadana como manera de conjugar los saberes académicos con los saberes colectivos, logrando así, la fuerza que da el consenso;
- Incrementar los controles y seguimiento de las intervenciones en patrimonio;
- Plantearnos siempre los siguientes interrogantes: ¿por qué, para qué y para quién defender el patrimonio? como camino para resolver el “cómo” protegerlo. Instalar la autocrítica y la revisión de lo que hicimos mal para corregirnos y aumentar nuestra eficacia. Más que la acción aislada, afianzarnos sumando esfuerzos en grupos de trabajo como manera de suplir la disgregación territorial.

RECOMENDACIONES PUNTUALES
- Respaldar las gestiones tendientes a salvaguardar urgentemente el barrio Gral. Mosconi en Comodoro Rivadavia, conocido también como Km 3 o Campamento Central de YPF, promoviendo su protección como sistema cultural integral;
- Propiciar declaratorias de protección sistémica del valle río Chubut, del sistema de villas turísticas creado por la Dirección de Parques Nacionales, de todo el complejo de campamentos petroleros en Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia y de los sistemas ferroviarios patagónicos;
- Gestionar que la nueva Comisión Municipal de Preservación del Patrimonio Histórico, Arquitectónico y Urbano de San Carlos de Bariloche asuma el inventario de patrimonio ya realizado y propicie su protección mediante declaratoria formal y su inclusión en la planificación urbana y rural;
- Recomendar a CONICET y al Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCYT) la aprobación del proyecto de investigación “Arquitectura de valor patrimonial en la Patagonia” que permitirá dar continuidad al presentado en el transcurso de las presentes Jornadas;
- Solicitar a las autoridades de la Dirección Nacional de Arquitectura (DNA) una mayor participación de especialistas en la asignación de las partidas presupuestarias, dirección y control de las obras, dando prioridad a las empresas locales que empleen mano de obra del lugar.
- Requerir a la DNA, al BID y a organismos equivalentes de nivel provincial y municipal que las licitaciones de obras que incluyan restauración sean elaboradas, dirigidas y controladas por especialistas acreditados;
- Para las próximas Jornadas, invitar especialmente a destacadas autoridades de turismo y a asociaciones profesionales de arquitectos para integrarlos a las mesas redondas y de discusión. El propósito es resolver la presión especulativa asociada al turismo que propicia la destrucción del patrimonio arquitectónico;
- Entregar copia de estas conclusiones a las asociaciones profesionales de arquitectos y solicitarles encuentros de discusión para instalarlo como tema de ética profesional;
- Recurrir a los comunicadores sociales como aliados para la difusión y multiplicación de mensajes. Realizar campañas positivas de prensa para difundir los beneficios de la conservación del patrimonio arquitectónico. Contribuir solidariamente a reforzar el accionar de grupos de preservación del patrimonio de otras localidades, destacando su labor mediante el envío de mensajes a sus medios de prensa locales;
- Con relación a la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos (CNMMLH) se acordó recomendar declaratorias destinadas a proteger sistemas culturales que permitan ampliar la visión del patrimonio arquitectónico nacional;
- Solicitar a la CNMMLH que gestione la ley nacional de patrimonio arquitectónico y su correspondiente reglamentación;
- Convocar a una mayor diversidad de especialistas para fortalecer el trabajo inter y multidisciplinar;
- Gestionar ante la Secretaría de Turismo de la Nación una reflexión conjunta con especialistas en conservación para alcanzar respuestas y soluciones equilibradas. Reiterar la misma propuesta ante los organismos equivalentes a nivel provincial y municipal;
- Requerir a las autoridades nacionales, provinciales y municipales la aplicación de un impuesto al turismo que permita solventar la preservación del patrimonio arquitectónico a modo de retribución de los beneficios económicos que el sector obtiene con su comercialización como atractivo.

ANUNCIOS
A propuesta de los asistentes a estas Jornadas, se resolvió:
- Crear la "Red de investigación en patrimonio arquitectónico de la Patagonia" (RIPAP). La misma está planteada como grupo de trabajo solidario destinado a desarrollar proyectos de investigación; gestionar subsidios para investigación, realización de encuentros científicos y publicaciones; coordinar acciones conjuntas en defensa del patrimonio; difundir y transmitir mensajes a través de los medios de prensa; programar cursos de capacitación docente y profesional; entre otros. El señor decano del CRUB-UNComa, Mg. Daniel Nataine, adelantó el aval institucional y su compromiso de gestionar la correspondiente resolución del Consejo Directivo.
- Aceptar el ofrecimiento del Arq. Carlos Moreno para publicar los trabajos expuestos en la serie dedicada a patrimonio que él dirige para la revista Vivienda.

REFLEXIONES SURGIDAS DE LAS MESAS REDONDAS
Como resultado de las mesas redondas integradas por los invitados especiales, surgieron consideraciones importantes a tener en cuenta:
El Arq. Carlos Moreno[4] resaltó las distintas dimensiones que cada sector social le asigna al patrimonio, desde las cuales construye sus relaciones con él. Nuestro patrimonio debe ser entendido como la máxima expresión de la diversidad, con énfasis en los siguientes conceptos: diversidad sin ausencias, patrimonio como sistema integrado, patrimonio como mensaje espiritual y patrimonio como comunicación vital.
Además de rescatar los valores de identidad cultural, y tomando las palabras del Arq. Alfredo Conti[5], es necesario entender que defender el patrimonio arquitectónico no es un fin en sí mismo sino que es la contribución que cada uno de nosotros puede hacer para vitalizar y mejorar la calidad de vida de nuestras ciudades. En tal sentido, el Dr. Arq. Ramón Gutiérrez[6] resaltó la búsqueda del bien común y llamó a distinguir entre “bien cultural” y “patrimonio” por el compromiso de la protección social implícita en este último término, que se articula con la conciencia cívica. La disolución de la idea del bien común está asociada al incremento de los intereses individuales promovidos por el modelo económico imperante a partir de la globalización mundial. Por ello es indispensable la formación cívica, incrementando la difusión y capacitación a todos los niveles. El Arq. Jorge Bozzano[7] llamó a cuestionarnos “qué es y qué queremos que sea la Nación, la cultura, el patrimonio”, poniendo el acento en la importancia de la planificación.
Ante el reemplazo de patrimonio auténtico por nuevas arquitecturas que intentan imitarlo pretendiendo responder a las expectativas del turista, banalizando el mensaje histórico, Gutiérrez señaló los modos en que el turismo distorsiona las identidades culturales y, ante esa disyuntiva, instó a considerar siempre, en primer término, a los habitantes como primeros y principales destinatarios del patrimonio. Bozzano invitó a pensar, también, “desde el objeto hacia adentro”, evitando su vaciamiento de contenidos. En este sentido, Conti remarcó la importancia de los nuevos conceptos teóricos que se han ido incorporando a la especialidad, entre ellos, la idea del patrimonio como sistema, el tratamiento de los paisajes culturales, las nociones de espíritu del lugar y el entendimiento de la autenticidad como respeto a la interpretación de cada cultura, turismo cultural.
Para Bozzano el desafío es trabajar más en la construcción cultural. Según su opinión los valores están y coincidimos sobre ellos; no hay crisis de valores, la crisis está en la confianza en nosotros y en nuestra capacidad de defenderlos. Puso el centro del problema en el egocentrismo rescatando como positivo, del patrimonio, “que nos saca del nosotros para ir a los otros” siendo necesario poner en escena los valores que enfatizan las similitudes y los puntos de encuentro que nos unen e identifican.
[1] Los organizadores agradecen muy especialmente la colaboración de la Dra. Arq. Adriana Collado por su eficiente labor como relatora.
[2] Adoptada por ICOMOS en la 12ª Asamblea General realizada en México en octubre de 1999. Está disponible en http://www.international.icomos.org/charters/tourism_sp.htm de
[3] NORA, Piérre (Dir). Les lieux de mémoire. 7 volúmenes. Paris, Gallimard; 1984-1992.
[4] Especialista y referente para la Patagonia por la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos (CNMLH).
[5] Investigador del Laboratorio de Investigaciones y el Ambiente (LINTA) Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la provincia de Buenos Aires. Presidente del Comité Argentino del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS).
[6] Investigador superior CONICET y asesor del proyecto de investigación expuesto en las Jornadas. Director del Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana (CEDODAL). Especialista reconocido en los máximos niveles nacionales e internacionales, con numerosas publicaciones.
[7] Especialista y docente. Director del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio Cultural (CICOP).

martes, 14 de octubre de 2008

Participación en el Seminario Internacional "Valorización turística sostenible del patrimonio cultural: problemas, desafíos y propuestas".


Con la participación de más de trescientos asistentes de distintos lugares de Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay y Ecuador se realizó en Buenos Aires los dias 5 y 6 de mayo de 2008 este importante evento que tuvo, entre otros expositores de Paraguay, Uruguay, Perú y nuestro país, destacándose la presentación académica del prestigioso arq. Bernard Morucci (UNESCO, Paris) en el marco de la Cátedra UNESCO de Turismo Cultural de la Universidad Nacional de Tres de Febrero y la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes como organizadores.
En dicho seminario se trataron experiencias relacionadas con el turismo cultural, sus logros y sus riesgos en las culturas regionales y el medio ambiente. Me ha tocado representar a nuestro país, junto a especialistas de Jujuy y Córdoba. La síntesis de la exposición se detalla a continuación.



Ushuaia, patrimonio en peligro
Leonardo L. Lupiano, arq.

Ushuaia, capital de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur, se ubica a orillas del Canal Beagle en el sector inferior de la Isla Grande de Tierra del Fuego. El 12 de octubre 1884 queda inaugurado el Destacamento de Subprefectura, fecha tomada luego como de su fundación. Unas pocas construcciones precarias próximas al muelle y costa de la bahía hacían peligrar la continuidad del asentamiento Por ello en 1902 la instalación del Presidio propició un incipiente desarrollo económico por aquellos años, asimismo la llegada de inmigrantes. Desde el siglo XIX, dicha zona fue navegada y visitada por numerosas expediciones dada su proximidad con la península antártica. Así el afán de aventuras, los loberos, los buscadores de oro, pescadores, evangelizadores, navegantes, fue conformando una población caracterizada por una marcada diversidad cultural. Desde 1972 debido a una ley de promoción económica para radicación de industrias y luego la actividad turística, éstas provocaron un explosivo crecimiento poblacional y constructivo.
El casco histórico, rico en patrimonio arquitectónico de madera y chapa que por más de un siglo fue puntal de identidad, no sólo es reconocido por los habitantes sino por los numerosos turistas que diariamente visitan la ciudad. Los fueguinos acompañaron el progresivo aumento del turismo en los últimos treinta años, dado el desarrollo económico que trajo consigo.
No obstante desde 2001 las ventajas comparativas que presentó nuestro país dio paso al turismo en gran escala. Ushuaia no ha sido ajena a este proceso. Sin embargo, las políticas públicas (provinciales y municipales) no han sido firmes en cuanto al cumplimiento de normas vigentes para fomentar un turismo sostenible, auspiciándose la construcción de grandes edificios destinados a hoteles o bien remodelaciones urbanas dentro del casco histórico que ocasionaron la demolición de valiosos edificios patrimoniales, a pesar de los reclamos y peticiones por parte de organizaciones no gubernamentales locales y nacionales, universidad y otras instituciones, Colegio de Arquitectos provincial y vecinos para alertar a las autoridades sobre la necesidad de cumplimiento de las normas legales vigentes en materia de protección ambiental. No se ha querido o sabido promover un lógico equilibrio entre edificaciones, paisaje y escala acorde a una pequeña ciudad emplazada al pie del final de la Cordillera de los Andes y limitando con el mar.
Mucho se ha hablado en diversos foros, congresos y tribunas de especialistas sobre la necesidad de encarar el turismo como una actividad sustentable, ya que de no existir un mancomunado manejo responsable de dicha actividad por parte de sus diversos actores tendientes a preservar y conservar el valioso patrimonio paisajístico, natural y cultural, en el mediano plazo la actividad misma podría peligrar.
El patrimonio cultural identitario de la ciudad se compone de espacios simbólicos y bienes culturales que son la resultante de los sacrificios de sus habitantes, sus luchas, sus capacidades, sus esfuerzos económicos y humanos, sus culturas. La historia es la protagonista que otorga lazos entre los habitantes a través de las generaciones. Al mencionar estos “lazos” nos referimos a las herramientas que ponen al patrimonio como unión, no como un obstáculo frente al “progreso”. Las actuales tendencias difundidas ampliamente en el mundo de hoy otorgan al patrimonio un valor sustancial que, contrariamente a lo que algunos piensan, constituye una fortaleza y no una traba para los propietarios de estos inmuebles. Más aún si hablamos de la pintoresca ciudad austral que llenó de postales las maletas de miles de viajeros del mundo, en un híbrido tal cual corre peligro de transformarse.
Contradictoriamente este patrimonio en peligro constituye el mayor recurso con que los ushuaienses cuentan para la oferta turística, que está sucumbiendo ante las políticas desacertadas y de corto plazo por parte de quienes han debido velar por su promoción y defensa.
Ante este escenario debieran haberse encauzado las nuevas construcciones hacia aquellos sectores urbanos acordes con esos mega-emprendimientos. Resultaba imperioso aspirar a un equilibrio entre edificaciones, paisaje y escala acorde a esta pequeña ciudad.
No se ha desarrollando así con la consecuente pérdida del valioso patrimonio arquitectónico y paisajístico local, de una identidad tan necesaria en un contexto social caracterizado por la llegada permanente de nuevos habitantes con sus costumbres y culturas.

La situación tuvo un vuelco sorprendente en la opinión pública local en oportunidad de iniciarse la construcción de un edificio de cemento y otros materiales no afines a las edificaciones de la región, de gran volumen y altura en las inmediaciones de un parque público dedicado en 1984 al centenario de la ciudad. Con topadoras se arrasaron árboles y se eliminó parte de un morro urbano simbólico. En marzo de 2006, los Sres Graciela Ramaciotti (Finis Térrea, ONG ambientalista), Dr. Mario Molinari (Asociación Participación Ciudadana) y arq. Leonardo Lupiano (ICOMOS-CICOP Argentina) iniciaron la recolección de 1.200 firmas en menos de un mes logrando la concreción de una audiencia pública donde 17 vecinos opinaron con críticas contra la Municipalidad y Concejo Deliberante por la aprobación de los planos de la obra mencionada, afirmando: “Somos concientes de las dificultades que afronta una ciudad en constante crecimiento, pero existen leyes específicas y una Carta Orgánica que contemplan estas situaciones, y se están violando…resulta paradójico que quienes tienen la responsabilidad otorgada por la población de dirigir el destino de nuestra ciudad, no velen efectivamente por el cumplimiento estricto de las normas, avalando el perjuicio irreparable de la pérdida de nuestro mayor orgullo: la identidad de la ciudad más austral, reconocida por sus valores naturales y culturales en todo el mundo”.
En otras acciones movilizadoras, la sociedad local se sumó a varias actividades en defensa del patrimonio maderero ubicado en el casco histórico. Esto demostró un compromiso creciente de una sociedad joven y en su mayoría nueva en la zona, afirmando un sentido de pertenencia cada día más pronunciado. Este compromiso ciudadano en defensa de su identidad, no escapó a los ojos del turismo ya que en este confín del continente resulta creciente el perfil del turista cultural, dejando atrás aquellos visitantes de varias décadas que sólo contemplaban paisajes,
“Nuestras ciudades, surgidas como creaciones colectivas que expresan la cultura de sus habitantes, según R. J. Alexander: “trasmiten de generación en generación sus logros a la par de sus fracasos. Los fracasos más hirientes no son tanto aquellos que surgen de esfuerzos que no lograron alcanzar sus propósitos, sino los que emanan de conductas que corrompen, desnaturalizan, destruyen, en fin, total o parcialmente, los logros ajenos”.
Por todo ello, consideramos de suma importancia que en este significativo Seminario de Turismo Cultural el abordar la experiencia de Ushuaia sea de utilidad para consolidar acciones conjuntas entre los gestores del patrimonio y el turismo apoyando apropiación del habitante con su ciudad, que en definitiva tiene mucho que ver con la realidad del turismo cultural creciente en un mundo global que busca descubrir la diversidad.




Robert Jackson Alexander , historiador, escritor y licenciado en ciencias políticas. Nacido en Ohio (EEUU, 1918) , se especializó en investigar el desarrollo económico de los movimientos sociales latinoamericanos.

sábado, 27 de septiembre de 2008

60º aniversario de la inmigración italiana en Ushuaia





Propuesta al Concejo Deliberante para crear la Plaza Italia más autral del mundo (setiembre/2008)





”Desde el instante de nuestra Revolución en 1810, esta tierra les pertenece a los que nacieron en ella, y haciendo su felicidad, será el asilo de los afligidos del mundo”. Así afirmaba el teólogo y patriota Julian Navarro en el siglo XIX vislumbrando la importancia que tendría para el desarrollo de nuestro país la inmigración europea iniciada entonces.
No hay dudas de la concreción de un proyecto de país basado en el poblamiento como base de su desarrollo. Los resultados obtenidos de la abundante documentación en la materia así lo corroboran.
En el artículo “Tierra del Esperanza” (Diario íntimo de un país, La Nación), Hugo Ratier presenta un elocuente relato estadístico: “Buenos Aires, puerta de entrada de los inmigrantes, duplicó su población entre 1869 y 1914, en un proceso que demandó la llegada de cuatro millones de personas, especialmente entre 1881 y 1930...En 1895, de cada 100 habitantes, 72 eran extranjeros de distintas procedencias, donde un 43% eran italianos y un 33% españoles. Luego, la crisis de 1929 frenó ese empuje, solo reanudado pasada la Segunda Guerra Mundial, entre 1945 y 1950, pero en este caso grupos de los cuales altos porcentajes regresaron a sus lugares de procedencia”. A pesar de esta aseveración podemos coincidir que las colectividades extranjeras en nuestro país conforman un sólido componente de su estructura social.
La inmigración italiana en la Argentina podría definirse como un hecho de singular trascendencia. Con solo pensar que en el lapso de un siglo, entre 1876 y 1976 se movilizaron más de 25 millones de personas, cifra que resulta de una magnitud inusitada si hablamos de movimiento migracional.
Si bien la puerta de entrada de la mayoría de los inmigrantes fue el puerto de Buenos Aires, el caso de Tierra del Fuego tiene la particularidad de haber sido protagonista de un programa específico de inmigración italiana a mediados del siglo XX. Desde los albores de la presencia nacional en este confín austral, hubo italianos que acompañaron a nuestros pioneros. Desde tiempos de Magallanes en 1520 cuando descubre las islas, el italiano Antonio Pigafetta lo acompañaba como cronista oficial, en 1882 y 84 Giacomo Bove exploró la zona para la instalación de faros, Juan Musso y su esposa Leonardi, y Pedro Masciocchi y su esposa Piatti, suegros de Luis P. Fique, italianos pioneros del origen de Ushuaia. El sacerdote Alberto de Agostini junto con otros salesianos de la misión en Río Grande Fagnano, Boido, Borgatello y Griffa, Juan Soro y Francisco Palazzo, primer farmacéutico local (1918), entre otros.
Resultaba evidente que desde los primeros asentamientos a partir de aquel 12 de octubre de 1884, fecha de creación del Destacamento de la Prefectura Marítima en Ushuaia -luego declarada oficialmente fecha de fundación de la ciudad capital- el antiguo Territorio Nacional requería de un poblamiento civil habida cuenta de la existencia de dependencias navales, el Presidio y un grupo de viviendas que incluían en algunos casos comercios de ramos generales, conformaban conjuntamente con los incipientes edificios públicos, la población que se extendía en torno al muelle de madera a orillas del Canal Beagle.
El crecimiento lento de la ciudad hasta mediados de siglo XX motivó la implementación de un programa nacional de inmigración, en nuestro caso italiana. El Ministerio de Marina suscribió un contrato con la empresa Carlos Borsari (Bologna) para la construcción de diversas obras públicas por el término de dos años. De esta manera llegan dos contingentes cerca de 2000 constructores italianos y sus familias incluyendo materiales y maquinarias, en los buques Genova (28 de octubre de 1948) y Giovanna C (6 de setiembre de 1949). El Decreto Nº 11.569 del 23 de abril de 1948 posibilitó la misma, luego el Decreto Nº 15.085 del 22 de mayo de ese año aprobó el respectivo contrato.
Diversas obras fueron concretadas en el reducido plazo contractual, entre ellas barrios de viviendas (Alte Solier y Alte Brown), frigorífico, matadero municipal, usina hidroeléctrica Rio Olivia, planta fabricación madera terciada.
Familias enteras italianas superando la diversidad cultural y el idioma, establecidas en sitio lejano y desconocido, entablaron lazos de integración con el lugar y sus habitantes. Muchas de ellas permanecieron en la ciudad, dedicadas especialmente a actividades comerciales y productivas.
Consideramos la experiencia inédita y positiva con el establecimiento de lo que sería la colectividad italiana radicada en el confín de América, y por que no, del mundo.
Al conmemorarse 60 años de aquella inmigración, si la sumamos a la de otros italianos que llegaron a estas tierras en busca de un mejor destino y todos con su esfuerzo contribuyeron a lo que es la Ushuaia de hoy, nos motiva a soñar con un sitio simbólico de homenaje de la ciudad hacia la memoria de los italianos en general.
Por ello, la iniciativa de crear la Plaza Italia. La historia del aporte de los italianos en nuestro país y Ushuaia en particular avala la iniciativa que sin duda, conformará un justo homenaje. Más aún se justifica en la ciudad que protagonizó, como dijimos, la inmigración más grande y que contribuyó a desarrollarla urbanísticamente.
No es casual, en consecuencia, que el espacio verde propuesto sea ubicado en un espacio verde perteneciente al predio que ocupara la Estancia Rio Pipo, perteneciente a don Luciano Preto y flia, un italiano destacado que mucho ha hecho por arraigarse familiar y comercialmente en la ciudad, que luego del loteo realizado en los 90 dio origen a hermosos barrios residenciales de nuestra ciudad.
La elección de dicho sitio pretende afirmar la italianidad en tierras de un inmigrante del contingente llegado en 1948, cuyo proyecto pueda contemplar un parque recreativo-simbólico con alusión a la colectividad italiana, a los inmigrantes de 1948/49 a cargo de la Empresa Carlos Borsari, sitio de homenajes con banderas argentina, italiana y provincial, un cantero cuyo diseño asemeje el mapa de Italia, una especie arbórea originaria de dicho país y juegos para los niños de la zona, que en estos momentos lo hacen en las calles del barrio con lo lógicos peligros que ello implica.
Dado que la temporada estival que culmina afectaría el normal desarrollo de trabajos en la futura plaza, una vez aprobada la misma por el Concejo Deliberante, se sugiere el cercado de la misma y colocación de la piedra fundamental el día 28 de octubre próximo, fecha en que se celebra el 60º aniversario de la llegada de los inmigrantes italianos. La familia Borsari en pleno comprometió su presencia para la conmemoración, además de las actividades previstas en la ciudad de Bologna (Italia).

jueves, 7 de agosto de 2008

Del informe "PATRIMONIO MUNDIAL EN PELIGRO 2006-2007"

Del informe Comité Argentino ICOMOS (http://www.icomos.org.ar/)


Ushuaia, la “ciudad más austral del mundo” como se la conoce, nació en 1884 con el establecimiento de la Subprefectura y unas pocas construcciones precarias próximas al muelle y costa de la bahía. Luego de 1902, la instalación del Presidio propició un incipiente desarrollo económico por aquellos años y la llegada de inmigrantes. Se encuentra ubicada a orillas del Canal Beagle en el sector inferior de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Desde el siglo XIX, dicha zona fue navegada y visitada por numerosas expediciones especialmente por su proximidad con la península antártica. Su particular naturaleza y un sólido patrimonio cultural basado en historias y legados de científicos, loberos, pescadores, evangelizadores, comerciantes, navegantes en una población se caracterizó por su diversidad cultural.
En los últimos decenios del siglo XX, una ley de promoción económica basada en radicación de industrias y más tarde la actividad turística derivó en un explosivo crecimiento poblacional y constructivo.
El casco histórico de Ushuaia se caracterizó por poseer un valioso patrimonio arquitectónico compuesto por edificaciones de madera y chapa, reconocido por los numerosos visitantes que diariamente visitan la ciudad. Los fueguinos, además, han visto con buenos ojos el progresivo aumento del turismo en especial en los últimos treinta años que los ha beneficiado además a través de los equipamientos urbanos y comunicaciones relacionados con dicha actividad.
No obstante desde el año 2001 la Municipalidad local autorizó la construcción de grandes edificios destinados a hoteles cuya ubicación dentro del casco histórico ocasionaron la previa demolición de valiosos edificios patrimoniales, a pesar de los reclamos y peticiones por parte de organizaciones no gubernamentales locales y nacionales, universidad y otras instituciones, Colegio de Arquitectos provincial y vecinos por alertar a las autoridades sobre la necesidad de cumplimiento de las normas legales vigentes en materia de protección ambiental. No se ha querido o sabido promover un lógico equilibrio entre edificaciones, paisaje y escala acorde a una pequeña ciudad emplazada al pie del final de la Cordillera de los Andes y limitando con el mar.
Mucho se ha hablado en diversos foros, congresos y tribunas de especialistas sobre la necesidad de encarar el turismo como una actividad sustentable, ya que de no existir un mancomunado manejo responsable de dicha actividad por parte de sus diversos actores tendientes a preservar y conservar el valioso patrimonio paisajístico, natural y cultural, en el mediano plazo la actividad misma podría peligrar.
El patrimonio arquitectónico identitario de la ciudad se compone de objetos que son la resultante de los sacrificios de sus habitantes, sus luchas, sus capacidades, sus esfuerzos económicos y humanos, sus culturas, el desafío ante las adversidades de los pioneros. La historia es la protagonista que otorga lazos entre los habitantes a través de las generaciones.
Cuando mencionamos estos “lazos” nos referimos a las herramientas que ponen al patrimonio histórico como unión, no como un obstáculo frente al “progreso”. Las actuales tendencias difundidas ampliamente en el mundo de hoy otorgan al patrimonio un valor sustancial que, contrariamente a lo que algunos piensan, constituye una fortaleza y no una traba para los propietarios de estos inmuebles. Más aún si hablamos de la pintoresca ciudad austral que llenó de postales las maletas de miles de viajeros del mundo, en un híbrido tal cual corre peligro de transformarse.
Contradictoriamente este patrimonio en peligro constituye el mayor recurso con que los ushuaienses cuentan para la oferta turística, es el que hoy está sucumbiendo ante la miopía de las autoridades encargadas de velar por su promoción y defensa.

(Versión en español Patrimonio en Peligro 2006-2007 referida a la situación de Ushuaia)

ARGENTINA

International Council on Monuments and Sites (http://www.icomos.org/)
Heritage at Risk 2006-2007


All members of ICOMOS Argentina have been invited to submit short papers on specific situations of heritage at risk. This report summarises those individual contributions. Risk is mainly caused by the lack of proper planning and development pressures, especially in reference to urban heritage, but also individual monuments and cultural landscapes are currently at risk since they are not properly protected or adequately maintained conserved.

Development pressures in cities

Ushuaia, located on the shore of Beagle Channel, in the province of Tierra del Fuego, is considered to be the most southern city in the world. It was established in 1884 and started a process of development from 1902 onwards, when a high-security prison was established. From the 19th century onwards, the area was constantly visited by numerous scientific expeditions, especially due to its proximity to the Antarctic continent. The city’s cultural heritage is linked to a tradition related to scientists, fishermen, tradesmen and missionaries. The city’s historic center is featured by the presence of wood and corrugated iron buildings.

By the end of the 20th century, policies on economic development were based on the settling of industrial activities. These policies, along with the high development of tourism, took to a significant population and construction rise. From 2001 onwards, new large hotels have been constructed. Their location in the historic area of the town implied the loss of ancient buildings. Logical equilibrium between new buildings, landscape and size according to a small city located in a narrow piece of land between the mountains and the sea have not been taken into account. New high-rise buildings not only are constructed by demolition of historic ones, but produce a rupture in the scale of the city’s downtown (Photo 2). As a sort of contradiction, this heritage at risk constitutes the main tourism resource of the city.

This report was written on the basis of contributions by the following members of ICOMOS Argentina: Mirta Alá Rué, Sonia Berjman, Leonardo Lupiano, Melina Malandrino, María Rebeca Medina, Hugo Peschiutta, Ana María Rodríguez, María Clara Supisiche and María Teresa Sassi. Alfredo Conti summarised and translated individual papers.

martes, 5 de agosto de 2008

BIENES DECLARADOS DE USHUAIA

1,- CASA RAMOS, por Resolución CD Nº 022/88 . En 1999, fue declarado, además, monumento histórico nacional por Decreto Nº 064 y luego por Ley 25.103.-

2.- Casco original Edificio Municipalidad, declarado “patrimonio histórico de la ciudad de Ushuaia” por Resolución CD Nº 450/94 (Expte Nº 677/94).-

3.- CASA BEBAN, por Resolución CD Nº 259/96 (Expte. Nº 566/96).-

4.- CASA PENA, por Resolución CD Nº 210/98 (Expte. Nº 1262/98).-

5.- Edificio CORREO ARGENTINO, por Resolución CD Nº 031/99 (Expte. Nº 367/99).-

6.- CASA OLMO, por Resolución CD Nº 064/99 (Expte. Nº 548/99).-

7.- Parroquia NTRA. SEÑORA DE LA MERCED, por Resolución CD Nº 129/99 (Expte. Nº 948/99).-

8.- Edificio MUSEO DEL FIN DEL MUNDO, por Resolución CD Nº 130/99 (Expte. Nº 949/99).-

9.- Edificio ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE ADUANAS, por Resolución CD Nº 131/99 (Epte. Nº 947/99).-

10.- Edificio antiguo de la BIBLIOTECA POPULAR SARMIENTO, por Resolución CD Nº 094/01 (Expte. Nº 864/01).-

11.- CASA PASTORIZA, por Resolución CD Nº 017/02 (Expte. Nº 791/99).-

12.- Edificio de la USINA CENTRAL CENTRO, por Resolución CD Nº 142/02 (Expte Nº 359/92).-

13.- CASA FADUL, por Resolución CD Nº 138/03 (Expte. Nº 512/03).-

14.- ESCUELA PROVINCIAL Nº1 “Domingo Faustino Sarmiento”, por Resolución CD Nº 370/06 ( Expte. Nº 1007/06)

(próximamente se completará la información con material gráfico)
LL

domingo, 3 de agosto de 2008

Reflexiones sobre el patrimonio

PATRIMONIO SIGNIFICA LO QUE HEMOS HEREDADO, Y ES NUESTRA OBLIGACIÓN LEGARLO A LAS FUTURAS GENERACIONES, Y SI SE LO CONOCE, MEJOR SERÁ LA POSIBILIDAD DE CUIDARLO Y SALVAGUARDARLO.

SEGÚN EL ARQ. RAMON GUTIERREZ : “LOS RASGOS DE IDENTIDAD DE UNA CIUDAD ESTÀN CONFIGURADOS POR ELEMENTOS DE LARGA DURACIÓN, COMO SU TRAZADO, Y OTROS DE TRANSFORMACIÓN DINÁMICA, COMO SU PAISAJE URBANO. LA ARQUITECTURA QUE DEFINE ESTE ESCENARIO VA ACUMULANDO DIVERSAS MANIFESTACIONES DE LA COMUNIDAD A TRAVÉS DE LA HISTORIA”.

JOSEP BALLART AFIRMA “EL HECHO QUE LOS OBJETOS DUREN COMO SON HACE QUE ADQUIERAN UN VALOR PRIMORDIAL PARA LA VIDA DE LOS HOMBRES, AL CONTRIBUIR A UBICARLA Y A PROPORCIONARLE AL SER HUMANO ESTABILIDAD, LO AYUDAN A DESCUBRIR SU PROPIA DIMENSION TEMPORAL... SIN OBJETOS, EL INDIVIDUO SE PIERDE EN UN MUNDO FALTO DE REFERENCIAS TANGIBLES”

PERO EN LA CIUDAD CONVIVEN LO ANTIGUO CON LO NUEVO, LO BARRIAL CON LO URBANO, LO TANGIBLE CON LO INTANGIBLE, LO MONUMENTAL CON LO DOMÉSTICO, SUMADOS A LA DIVERSIDAD CULTURAL QUE ES PRODUCTO DE LAS CORRIENTES INMIGRATORIAS QUE AQUÍ LLEGARON.

LA CIUDAD ANTE UN DESTINO INCIERTO


Integración y pertenencia debieran ser un mismo objetivo

En la primavera de 2006, acabábamos de regresar de un congreso internacional de rehabilitación del patrimonio arquitectónico organizado por CICOP celebrado en la ciudad de Buenos Aires y concluido en Salta, evento que congregó a más de cuatrocientos participantes y expositores de 18 países. Allí se trataron valiosas experiencias donde mucho tuvo que ver el esfuerzo de autoridades y comunidades en preservar aquellos testimonios del pasado sin importar que fueran una humilde capilla, una casita sencilla, un mobiliario de alguna época representativa para sus dueños, museos participativos donde la historia es la protagonista que otorga lazos entre los habitantes de diversas generaciones, o tal vez entre aquellos que ya no están y los contemporáneos, también palacios y hasta sectores históricos de ciudades. Claro, allá en Salta se respiran tradiciones y amor por su tierra y sus cosas por parte de los habitantes. Se sienten orgullosos de “pertenecer” a su ciudad.
Cuando mencionamos “lazos” interpretamos a las herramientas que ponen al patrimonio histórico como unión, no como un obstáculo frente al “progreso”. Las actuales tendencias difundidas ampliamente en el mundo de hoy otorgan al patrimonio un valor sustancial que, contrariamente a lo que algunos piensan, constituye una ventaja y no una traba para aquellos propietarios de los inmuebles.
En Ushuaia no parece entenderse esto, frente a la voracidad de la especulación inmobiliaria que está borrando aceleradamente nuestra identidad. Más grave aún se presenta esta situación si reconocemos que vivimos en una ciudad que desde hace décadas ostenta el record nacional de crecimiento demográfico.
En consecuencia tendemos a borrar la arquitectura maderera fundacional o paisajes muy arraigados en nosotros que soportaron con éxito el paso del tiempo, hoy es el hombre sin necesidad de identidad (aunque algunos vivan aquí desde hace tiempo) que va transformando la ciudad pintoresca que llenó de postales las maletas de miles de viajeros del mundo, en un híbrido tal cual nos estamos transformando los ushuaienses aceleradamente.
Por supuesto que este caos podría haberse evitado. ¿Podrían haberse construido grandes moles de cemento si las alturas máximas del Código de Planeamiento Urbano hubiera limitado las mismas a sólo tres pisos, tal como lo solicitó el Colegio de Arquitectos reiteradamente? ¿O desde el Concejo Deliberante, más que declamar “la importancia de defender el patrimonio histórico-cultural” hubieran dado trámite a los proyectos presentados regulando las características de nuestro casco histórico-fundacional y que hoy duermen en sus cajones? ¿Los valores inmobiliarios ascenderían a precios siderales como actualmente, si hubiera un Código de Planeamiento menos permisivo? ¿A nosotros no nos afecta cuando cada día perdemos la vista a ese paisaje que tanto nos acompañó desde nuestra ventana, para ver un frío paredón?
Pero, las urgencias….siempre las urgencias. Claro, sigue llegando gente con sus lógicas necesidades y si bien este fenómeno no es nuevo aquí, es indudable que no abundan las herramientas y conocimiento de cómo abordar una temática tan compleja.
Cada vez más necesitamos vivir en una ciudad que crezca, pero con un ordenamiento claro y respetuoso de una identidad que nos de un “alma” de ciudadanos, una manera de ir sintiéndonos que somos de acá, tal como cuando fuimos a Salta y veíamos a sus ciudadanos que eran de allá…Nada de eso se vislumbra. Entonces aparecen los esfuerzos heroicos de algunos vecinos intentando lo que pueden frente ante un oponente más poderoso. Nos obligan a oponernos cuando debiéramos ir todos de la mano, asumir que somos iguales tanto los que llegaron antes como los que llegan hoy o llegue mañana, respetando nuestras diversidades pero confluyendo en un objetivo común.
LL