Deseo recuperar la memoria de un patrimonio que fue más que un
edificio, sino que constituyó en el imaginario de la ciudad austral un símbolo
del servicio y la solidaridad hacia los carecientes y que a través de unas
pocas monjas bajitas y viejitas supieron llevar adelante esta iniciativa con
total acierto y cosecharon la admiración de toda la población local. Se trata
del histórico asilo Santa Luisa de Marillac.
Origen de la Compañía de las Hijas de la Caridad
El 29 de noviembre de
1633, en París, bajo la dirección del Padre Vicente de Paul, un pequeño grupo
de doce jóvenes escogidas, con experiencia del trabajo con los pobres en las
parroquias, se instalan en el domicilio de Luisa de Marillac viuda de Le Gras
para iniciar su educación y formación. Había nacido así la Compañía de las Hijas de la Caridad. El ámbito de acción estuvo al
principio limitado a París, pero pronto el movimiento no se detuvo extendiéndose
al resto del país y en 1652 pasó a otros países europeos.
La Compañía en la Argentina
Don Mariano Balcarce, yerno del Gral. José de San Martín, quien se
desempeñaba como encargado de negocios nacional en París, tomó contacto con los
Superiores Generales de la Congregación, habiéndose firmado un convenio el 2 de
febrero de 1858. Se establecía que doce hermanas se trasladarían a Buenos Aires
ese año para hacerse cargo del denominado Hospital de Hombres. En 1861, las
hermanas ofrecieron su colaboración con motivo de la Batalla de Pavón para la
atención de heridos. En 1865, en la Guerra de la Triple Alianza, actuaron del
mismo modo. La epidemia de cólera castigó a Buenos Aires en 1867 por lo que el
gobierno creó el primer lazareto para coléricos en el Hospital Italiano. A
solicitud del ministro Nicolás Avellaneda el establecimiento es administrado por
las Hermanas de la Caridad. El 1871, Buenos Aires soporta otra epidemia: la
fiebre amarilla, habiéndose puesto las escuelas cerradas como hospitales atendidas
también por las Hermanas. Mientras un grupo se dedicaba a la atención de
enfermos, otros se dedicaron a la educación. Se abrieron varios colegios en la
Prov. De Buenos Aires y en el interior.
Llegada a Ushuaia
En abril de 1958, el Dr. Pizarello que era director del Hospital Naval,
solicita a los Superiores en envío de Hermanas para dicho hospital. El 17 de
diciembre de ese año, llegaban en un avión DC4 las primeras Hermanas a Tierra
del Fuego. A los pocos días se dedicaron al cuidado de enfermos, ropa y
despensa. También formaron un coro, efectuaron visitas a pobres de barrios
alejados y dictaron clases de idioma francés.
Pero rápidamente dirigieron sus esfuerzos al cuidado de los niños
expuestos a muchos peligros cuando los padres o madres solas se ausentaban de
su casa para dirigirse al trabajo. Comenzaron albergando a nueve niños en el
mismo hospital, pero como pronto resultó insuficiente, se trasladaron al edificio
cercano conocido como gamela de Obras Sanitarias, cedida a tal efecto por dicha
repartición. Pero su incesante crecimiento demandaba un edificio propio.
El entonces gobernador del Territorio Nacional, Cap. Ernesto Campos
entregó un terreno y un subsidio de $ 500 mil para destinarlo a la construcción
de un Hogar de Niños. El 9 de octubre de 1960 fue colocada la piedra
fundamental del edificio, que llevó el nombre de “Santa Luisa de Marillac”.
La actividad del Hogar se refería al cuidado de lactantes y niños,
atención médica semanal y atención higiénica permanente. También funcionó un
Jardín de Infantes. La construcción se realizó con gran esfuerzo por parte de
autoridades y población. Se inauguró el 28 de setiembre de 1968 y constituyó el
primer y único establecimiento de este tipo en la ciudad austral.
Se agregaron muchos niños, la mayoría con problemas sociales, de
alimentación y habitacional. La población infantil fue numerosa, y de diferente
situación y edades. La Institución funcionaba mantenida por el Gobierno
Territorial, los padres y colaboraciones de la población. Las tareas comenzaban
a las 6 hs y culminaban a las 20 hs. Se contaba con una camioneta para buscar a
los niños y de tarde se los regresaba a sus hogares. A los niños en edad
escolar se los trasladaba a sus escuelas. Se les realizaba el aseo, cambio de
ropa y las diferentes comidas diarias. “Aún recuerdo cuando iba a comprar
comestibles, ver a alguna hermana recibir donación de paquetes algo
deteriorados que no podían venderse cargándolos en su vehículo para usarlos en
el comedor”.
En 1979, se dispone ampliar el edificio para recibir a niñas por
abandono de sus padres ante los peligros que pudieran afrontar, y se realizó
gracias a donaciones. Se habilitó el sector el 5 de marzo de 1980, bajo el lema
Dar un hogar al niño que no lo tiene. La
Institución debió afrontar otros problemas. La camioneta que trasladaba a los
niños debió ser vendida en 1982. Los horarios se fueron reduciendo. En 1990 se
realizaron cambios pedagógicos a nivel nacional, que implicaba nuevas
obligaciones, junto con otras complicaciones precipitaron el cierre del
establecimiento, y posteriormente el edificio fue cedido al Colegio del Sur.
El edificio
Emplazado en una parcela de 40mts de ancho por 60 mts de largo sobre la
actual calle Gobernador Campos (Ex Colón) y Antártida Argentina, la
construcción original se realizó en dos plantas dispuestas de la siguiente
manera: galería de acceso, hall, salón principal, dos salas para niños,
preceptoría, oficina, dirección, cocina, comedor, lavadero, despensa, sala de
costura, salón dormitorios, 2 grupos de locales sanitarios, depósito y pasillo
central con escalera. La planta alta se componía de tres salas para niños, tres
habitaciones privadas y baños, oficina, depósito y baños, además capilla y
sacristía. La superficie total era de 906,68 m2.
El 28 de setiembre de 1968 y luego de 8 años de construcción, se
inaugura el Hogar del Niño “Santa Luisa de Marillac”. En 1979 se efectuó
una obra de ampliación de 123,21 m2 compuesta por el agregado de una gran sala
para niños de 4 años y baños, y una sala de calderas en planta baja, cuyo plano
municipal tiene fecha y sello de aprobación el 22 de marzo de 1984. El edificio
llegó a tener una superficie total de 1.129,89 m2. El sistema constructivo
utilizado fue el tradicional con mampostería de bloques de cemento dado que no
se utilizaban ladrillos en la zona.Pasaron los años y las hermanas francesas ya no están entre nosotros. Hoy, otros murmullos y otras risas de niños se escuchan cuando uno pasa por el frente del edificio. Son nuestras voces y ruidos, los alumnos del Colegio del Sur…
(material fotográfico, archivo del Museo del Fin del Mundo)
3 comentarios:
Qué emoción encontrar este blog!!! Gracias por escribir sobre este lugar. Te cuento que yo fui una de las niñas que estuvo ahí entre el año 1975-76. En ese entonces las hermanas que habían eran del Paraguay. Hermosos recuerdos tengo de ese lugar, gracias infinitas!!!
Que hermosa foto!!! Hermana Vicenta. Isabelita ...Noemí.alicia...y no logro recordar pero creo eran unos hermanitos que solo vivieron unos meses con nosotros. Que recuerdos tan hermosos!!!
Hola, yo también viví en ese tiempo ahí. Que bellos recuerdos, las tengo a todas muy presentes en mi corazón. Sor vicenta, sor hortensia...que recuerdos
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